Málaga, 4 de noviembre de 2025
La provincia de Málaga ha registrado en octubre un incremento de 985 desempleados, hasta los 110.351 parados (9.555 menos que hace un año). Por sectores, servicios ha sumado 1.023 nuevos desempleados, seguido del colectivo sin empleo anterior (+194), agricultura (+32) e industria (+9). En el caso de la construcción, ha logrado reducir el desempleo en 273 personas.
Por su parte, la Seguridad Social ha marcado un descenso de 1.118 afiliados, situándose en 750.011 trabajadores de alta (24.830 más que en octubre del pasado año).
La Confederación de Empresarios de Málaga – CEM, valora estos datos en el marco del comportamiento habitual del mercado laboral durante el mes de octubre. Su vicepresidenta ejecutiva y secretaria general, Natalia Sánchez, destaca “el dinamismo económico de nuestra provincia, que se observa, de una parte, en la progresiva desestacionalización turística -no solo estamos generando empleo desde febrero hasta el propio agosto, sino que este año el paro ha subido la mitad de lo que subió el año pasado tanto en septiembre como en octubre-. Y, por otro lado, la generación de actividad en sectores como la construcción, que, salvo en los meses de verano, viene reduciendo el paro durante todo este año”.
Por tanto, incide Natalia Sánchez, “continuamos marcando las mejores métricas de los últimos casi 20 años y nos situamos entre las cinco provincias en las que más se está reduciendo el paro en todo el año 2025”. No obstante, “tenemos una seria dificultad para generar un impacto definitivo en el desempleo y lograr reducir la tasa de paro por debajo de los dos dígitos, debido principalmente al constante aumento de la población activa”. “Lo hemos visto en la última EPA publicada, correspondiente al tercer trimestre. Se reduce el paro, con cifras récord en ocupación, pero seguimos sin poder romper nuestro suelo, encontrándonos de manera recurrente con colectivos que lo tienen muy difícil para incorporarse o reincorporarse al mercado de trabajo: los jóvenes y los mayores de 45 años”.
Así, la vicepresidenta ejecutiva de CEM señala “la necesidad de apostar por políticas activas de empleo que realmente supongan un impacto para la reducción del paro y, por supuesto, ayudar a las empresas a crecer, generar actividad económica y, por tanto, crear empleo”. En nuestro país, concluye Natalia Sánchez “las empresas son las que impulsan y mantienen el empleo, pero tenemos un problema con la competitividad y la capacidad de inversión para ganar tamaño empresarial, debido a la creciente presión fiscal, la subida de costes sociales y laborales, además de la lentitud administrativa”. Por tanto, “si queremos fortalecer nuestro mercado laboral y aspiramos a mantener este ritmo ascendente, las empresas deberán contar con un apoyo que, a día de hoy, no tienen”.





