El sector industrial registra un descenso de 6.800 ocupados, con subidas en la construcción y los servicios
Málaga, 26 de abril de 2024
Los datos de la EPA del primer trimestre de 2024 registran un descenso de 5.300 empleos en Málaga, aunque suma 29.200 trabajadores más que hace un año, situándose en los 721.600 ocupados. Por su parte, el número de parados se sitúa en 146.000, alcanzando una tasa de paro del 16,83%, ligeramente superior a la última registrada, del 16,40%, aunque continúa por debajo de la media andaluza (17,77%) y por encima de la española (12,29%), como en anteriores métricas. Por sectores, la Industria es la que ha registrado un mayor descenso en el número de trabajadores, bajando en 6.800 ocupados, junto a la Agricultura, que perdió 300. En sentido opuesto, la Construcción marcó la mayor subida, con 1.200 trabajadores, seguida del sector Servicios, con 700 ocupados más.
Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga – CEM, valora estos datos “conforme a lo habitual en este trimestre del año, como ha ocurrido también a nivel nacional o regional, en Andalucía. Se trata de un periodo en el que suelen registrarse descensos en el número de ocupados y, en el caso de zonas especialmente turísticas, acusado también por la temporada baja”.
Según González de Lara “cabe destacar que continuamos creando empleo, sumando casi 30.000 trabajadores más que hace un año. Y lo hacemos junto al constante crecimiento de nuestra población activa, con 15.600 personas más que en 2023. Esta es una muestra más del dinamismo de la economía y las empresas malagueñas, que continúan generando actividad económica y empleo, al mejor ritmo de las últimas décadas”. Por tanto, y más allá de las oscilaciones mensuales o trimestrales “nuestro mensaje es positivo, porque Málaga crece y suma, liderando el crecimiento de Andalucía”.
No obstante, aclara el presidente de CEM, “desde las empresas continuamos preocupados por la situación política y social de nuestro país, por su inestabilidad institucional y la falta de certidumbre, además del debilitamiento de nuestro diálogo social desde el Gobierno y su señalamiento constante a las empresas”. Subrayando que “este clima no favorece el crecimiento de nuestra economía, ni la seguridad jurídica, ni la atracción de inversiones. Mucho menos, nuestra competitividad, sobre todo en base al constante aumento de los costes laborales y la presión fiscal, que perjudican y limitan el crecimiento y desarrollo de nuestras empresas y, por tanto, la generación de empleo”.
Por último, pone el foco en “la ausencia de Presupuestos Generales del Estado, lo que supone un freno al progreso económico, sin planificación ni la posibilidad de efectuar inversiones muy necesarias”. Así, recuerda “que Málaga necesita un tren litoral, junto a otras tantas infraestructuras que ni están ni, de momento, se esperan, limitando la capacidad de desarrollo de una provincia cuya segunda ciudad más poblada, Marbella, ni siquiera cuenta con conexión ferroviaria”.