Tras la difusión, en el día de hoy, 3 de junio, de los datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) referidos a las cifras de paro, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), considera que se trata de datos relativamente favorables, especialmente en la perspectiva interanual, que encadena ya cinco meses de descensos, y que parece consolidar un cambio de tendencia.
Según el SAE, el número actual de personas en situación de desempleo en la provincia es de 196.381. Se registra así una disminución de 5.062 personas respecto al mes anterior, resultando Málaga la cuarta provincia española en la que más personas salen del desempleo en el periodo analizado.
Cabe destacar la perspectiva interanual: la diferencia entre mayo de 2014 y el mismo periodo del año anterior es de 12.981 desempleados menos. Se repite así el comportamiento a la baja que ya se venía observando en los últimos meses.
En el conjunto de Andalucía, disminuye también el número de desempleados (-14.082). Respecto al ámbito nacional, se registran este mes 111.916 personas menos en paro. En tasa intermensual, se trata del mayor descenso en un mes de mayo desde 1996.
Vista la evolución, tanto en la comparativa intermensual como en la que se refiere a la perspectiva sobre el mismo periodo del año anterior, es importante resaltar que, a pesar de que mayo suele anticipar la temporada turística, y por tanto refleja normalmente una disminución del desempleo, la serie histórica reciente sugiere una interpretación favorable, acorde a las previsiones que apuntan a una mejora económica y del mercado de trabajo.
Sin embargo, debe recordarse, como en otras ocasiones, que esta tendencia sólo se consolidará si se acometen medidas encaminadas no sólo a combatir la estacionalidad del sector turístico, auténtico motor del empleo en nuestra provincia, sino también otras reformas necesarias para la dinamización del tejido productivo, el aumento del consumo interno y el desarrollo de nuestras empresas.
Desde CEM insistimos por lo tanto en la necesidad de que se facilite, a la mayor brevedad, el acceso al crédito por parte del tejido productivo, se reduzcan la burocracia y la fiscalidad empresarial, y se lleven a cabo reformas transversales tan necesarias como la de la Administración Pública, entre otras medidas imprescindibles para asegurar la necesaria recuperación económica y con ella la del empleo.
