Málaga, 26 de julio de 2024
Los resultados de la Encuesta de Población Activa correspondientes al segundo trimestre de 2024, publicados hoy, sitúan a la provincia de Málaga en un nuevo récord para el empleo, en todas sus métricas. Así, la ocupación ha alcanzado la cifra histórica de los 772.000 trabajadores, generando 50.400 puestos de trabajo en un solo trimestre (sumando 46.900 más que hace un año). Por su parte, el paro ha descendido en 34.800 personas y se sitúa en 111.200 parados (23.600 menos que en 2023), la cifra más baja desde 2007. Además, la tasa de paro ha experimentado un considerable descenso, disminuyendo del 16,83% al 12,59%, la menor desde que se cuenta con registros provinciales. Por tanto, se sitúa 1,3 puntos por encima de la media española (11,3%) y casi 4 puntos por debajo de la andaluza (16,27%).
Por sectores, servicios continúa representando la mayor parte de la ocupación, seguido de la construcción, la industria o la agricultura. Sin embargo, en comparativa interanual, la construcción es el sector que más trabajadores ha sumado al empleo de la provincia, con 23.800 más, seguido del sector servicios, con un incremento de 12.800 personas y la industria, con 9.500. Por otra parte, la población activa continúa creciendo y se sitúa en 883.000 personas, aumentando en prácticamente 20.000 respecto del año anterior.
Natalia Sánchez Romero, vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la Confederación de Empresarios de Málaga – CEM, ha valorado estos datos en tanto que “refuerzan el positivo momento que vive el empleo en la provincia de Málaga, situándonos en niveles anteriores a los de la última crisis financiera y evidenciando que nuestro crecimiento se sostiene, registro a registro y es estable creando, en este último trimestre, prácticamente la mitad de los empleos generados en Andalucía”.
En este sentido, ha subrayado que “las empresas están siendo el auténtico motor de nuestro desarrollo económico, generando el 98% del empleo a nivel nacional, siendo capaces de hacerlo a pesar de las dificultades del momento, como la incertidumbre, el aumento de los costes de producción, sociales y laborales, o la presión fiscal que afectan, especialmente, a la productividad de pymes, micropymes y autónomos”.
Así, la vicepresidenta de CEM ha puesto en valor que este crecimiento se apoya, además, en “un proceso continuo de desestacionalización, pero, sobre todo, de diversificación de nuestro tejido productivo, identificando un repunte de la construcción y, cómo no, el dinamismo del sector servicios, con segmentos pujantes como la tecnología, la innovación o la consultoría, además del turismo y el comercio”. De hecho, ha apuntado, “es significativo que la construcción haya prácticamente doblado el número de nuevos trabajadores aportados por el sector servicios en el último año”.
Natalia Sánchez ha destacado el descenso de la tasa de paro “hasta situarse a tan solo 1,3 puntos de la media nacional, una brecha especialmente reducida en comparación con otros registros”, si bien “debemos seguir trabajando con el objetivo de lograr bajar de los dos dígitos”, barrera “especialmente difícil de cruzar teniendo en cuenta que nuestra población activa no ha dejado de crecer desde hace más de veinte años y se sitúa en casi 900.000 personas, cerca del millón”.
Para ello, ha recalcado Sánchez, “se debe apoyar a las empresas para que ganen dimensión, generen más actividad económica y, por supuesto, más empleo”. Así “si estamos logrando alcanzar estas cotas en el contexto actual, imaginemos qué sería posible si, además, ganásemos en seguridad jurídica, competitividad, flexibilidad fiscal y administrativa”. Todo ello, para poder impactar “especialmente, en el caso de los jóvenes, cuya tasa de paro se sitúa por encima de la media común al resto de trabajadores”, tratándose de “un problema estructural de nuestra economía, que debe contar con la implicación de la administración, de las propias empresas, por supuesto, y también del sector educativo”.