Tras la difusión, en el día de hoy, de los datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) referidos a las cifras de paro, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), considera que se trata de datos favorables, ya que se reduce el desempleo por sexto mes consecutivo.
Según el SAE, actualmente se registran 175.496 parados en Málaga. Se produce así un descenso de 5.898personas respecto al mes anterior (-3,25%),resultando “servicios” el sector que ha liderado esta bajada, con 4.686 desempleados menos, influido por el transcurso de la temporada turística.
Cabe destacar la comparativa interanual: la diferencia entre julio de 2015 y el mismo periodo del año anterior es de 10.466 desempleados menos (-5,63%).Se repite así el comportamiento a la baja que ya se venía observando en los últimos meses.
En el conjunto de Andalucía, las cifras también son positivas, ya que baja por primera vez del millón de parados desde diciembre de 2011, con 19.319 personas demandantes de empleo menos. En este sentido, Málaga refleja la segunda mayor bajada registrada en Andalucía, solo por detrás de Cádiz, y el tercer mayor descenso a nivel nacional.
En relación a la afiliación a la Seguridad Social, Málaga cuenta con 7.511 cotizantes más en julio, y la comparativa interanual en contrataciones es positiva, por lo que las previsiones señalan una mejorade la situación socioeconómica en general.
La serie histórica reciente sugiere una interpretación favorable en la provincia de Málaga, siempre teniendo en cuenta condicionantes propios de nuestro sector productivo, como la temporalidad turística. En este sentido, de los nuevos contratos registrados en Málaga en julio, casi 6.000 son de carácter temporal, mientras que la cifra de contratos indefinidos se redujo en 141.
Por ello, desde CEM insistimos en que resulta fundamental apostar por el desarrollo de iniciativas que promuevan una industria turística y un sector comercial que sirvan como pilares del empleo durante todo el año para nuestra provincia.
Por último, recordando una de las principales demandas empresariales, es imprescindible la generación de un marco estable para la inversión, garantizando además que las empresas tengan de nuevo acceso al crédito, con el fin de poder crear empleo, y evitando iniciativas que puedan suponer un impacto negativo sobre su competitividad, y en consecuencia sobre el mercado de trabajo.