Málaga, 26 de enero de 2024
Los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2023 marcan un nuevo hito de crecimiento de empleo en la provincia de Málaga, sumando 51.000 ocupados más que hace un año, llegando a los 720.400. La tasa de paro se sitúa en el 16,49% (un 0,44% más que el trimestre anterior) y continúa por debajo de la media andaluza (17,60%), superando la nacional (11,76%). Por sectores, Servicios continúa liderando nuestro crecimiento, junto a la Construcción y, en esta última métrica, la Industria, con resultados positivos.
En comparativa trimestral, los datos marcan la tendencia habitual para un otoño condicionado por el final de la temporada turística y, este año, afectado por la sequía y su incidencia en el sector agrario. Por su parte, la población activa continúa creciendo y aumenta en 32.500 personas, superando las 860.000, en sintonía con la tendencia de las dos últimas décadas. Un dato que, como se ha apuntado en ocasiones anteriores, dificulta una mayor reducción de la tasa de paro.
La provincia de Málaga, por tanto, continúa mostrando signos de fortaleza económica y dinamismo empresarial, con un tejido productivo que genera actividad y empleo de forma continuada. No obstante, los empresarios malagueños muestran su preocupación ante los posibles efectos de la desaceleración económica y el inestable panorama geopolítico global, la situación política nacional (marcada por la falta de seguridad jurídica y el debilitamiento del diálogo social), además de la sequía y su impacto en sectores como el turismo o el agrario.
De esta manera, los empresarios reclamamos políticas a nivel nacional que contribuyan a elevar la certeza económica, reforzar el diálogo social desde el respeto y el apoyo al tejido empresarial e, igualmente, la puesta en marcha de medidas que impacten en la reducción del desempleo juvenil, mejoren la formación y la cualificación profesional, contribuyendo a la atracción y retención del talento en las empresas.
Igualmente, ponemos el foco en el necesario impulso de la productividad de la economía española, a la cola de la OCDE, como base fundamental sobre la que proyectar nuestra competitividad, crecimiento y desarrollo económico.