Málaga, 4 de marzo de 2024
La provincia registra un descenso de 923 parados y suma más de 4.000 afiliados, aportando uno de cada tres empleos generados en Andalucía
VALORACIÓN DE DATOS DE PARO – FEBRERO 2024
Málaga ha registrado en febrero 923 parados menos y 4.253 trabajadores afiliados más que el mes anterior. Dato positivo, teniendo en cuenta que, además, se trata de un mes que habitualmente suele producir el efecto contrario. Por tanto, el empleo continúa creciendo en nuestra provincia, situándose a niveles de 2008 y certifica su reducción de la estacionalidad turística.
Así, el paro alcanzó los 134.243 parados (7.102 menos que hace un año), siendo el sector servicios el que más dinamismo mostró, con 1.317 parados menos, seguido de los trabajadores sin empleo anterior (439), la agricultura (57), la industria (55) o la construcción (47). Por su parte, cifró 684.115 afiliados a la Seguridad Social (21.778 más que en febrero de 2023).
La cercanía de la Semana Santa implica este año un claro efecto dinamizador del empleo, acelerando las contrataciones, pero conviene atender al pujante comportamiento del sector turístico, superando en enero el 70% de la ocupación hotelera de nuestra capital (por delante de Barcelona, Madrid, Sevilla o Valencia), un 20% más de pasajeros en el aeropuerto de Málaga, respecto del mismo mes en 2023, y un aumento del 14,5% de sus operaciones.
El análisis de los datos de empleo en la provincia de Málaga, la comparativa interanual y evolución de su serie histórica no hacen sino evidenciar la capacidad productiva de nuestro tejido empresarial, que continúa creciendo, ganando en diversificación -especialmente, en el sector tecnológico- y avanzando posiciones en ámbitos como las exportaciones. Pero continúa registrando una tasa de paro superior al 16%, especialmente preocupante en los tramos juvenil y en los mayores de 45 años.
Las empresas de Málaga apuestan por continuar generando actividad económica y empleo, a pesar del contexto de inestabilidad política, económica y social que, tanto a nivel global como nacional, exigen prudencia y determinación para afrontar un 2024 complejo, en cuanto al ritmo de nuestro crecimiento y proyección.
En este sentido y para favorecer un clima de certidumbre propicio para nuestro impulso económico, demandamos fortalecer el diálogo social y apoyar a las empresas, desde la previsibilidad, generando un ecosistema que favorezca la planificación y la inversión, desde la seguridad jurídica, atendiendo a la coyuntura económica que nos ocupa.