Tras la difusión, en el día de hoy, de los datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) referidos a las cifras de paro, la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), considera que, nuevamente, reflejan un comportamiento favorable en Málaga, visto tanto desde la perspectiva mensual –con el mayor descenso provincial a nivel andaluz-, como la interanual. También, en el entorno nacional, se muestra la cota más baja de desempleados desde 2009.
Según el SAE, actualmente se registran 166.092 parados en Málaga. Se produce así una disminución de 7.786 personas en relación al mes anterior.
Respecto a la comparativa interanual: la diferencia entre junio de 2016 y el mismo periodo del año anterior es de 15.302 desempleados menos.
En el conjunto de Andalucía, disminuye también el número de personas demandantes de empleo (-19.251).
Según los datos referidos al ámbito nacional, se contabilizan 124.349 personas menos en paro.
Por otra parte, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en 8.263 personas en Málaga, contrastando con el descenso observado en este dato en el ámbito andaluz.
Respecto a la contratación indefinida, se produce también un incremento en la perspectiva interanual, registrándose un 17,42% más de contratos indefinidos que en junio del año precedente.
Los datos citados reflejan el comportamiento habitual del mes de junio, en el que tradicionalmente se produce un descenso de las cifras de paro, impulsado por las contrataciones propias de estas fechas en el sector servicios.
Sin embargo, debe mencionarse que en el periodo registrado todos los sectores productivos han contribuido a este decremento.
Es importante también destacar la perspectiva interanual, que constata la evolución favorable en los datos de paro en la provincia.
A la vista de los datos, CEM reitera la importancia de alcanzar nuestro reto más urgente, la creación de puestos de trabajo, como pilar de crecimiento y consolidación para nuestra provincia.
Para ello, es fundamental que se propicie el estímulo de la actividad empresarial y el flujo crediticio, las inversiones productivas, las políticas activas de empleo, la formación continua y, en definitiva, la dinamización del mercado laboral.
En conclusión, se trata de priorizar aquellas medidas que supongan un estímulo a la generación de puestos de trabajo.
Todo ello, sin olvidar la urgencia de contar con un marco político e institucional estable, que genere la confianza necesaria para garantizar seguridad jurídica y atracción de inversiones en nuestro país, más necesaria que nunca.