2020

AvanCEMos juntos. Por Málaga

Javier González de Lara y Sarria

Presidente

Las empresas, centro de la recuperación económica

Tras un ejercicio marcado por la crisis sanitaria del COVID-19, que tantas pérdidas humanas y económicas ha provocado, nos encontramos inmersos, en todas las esferas de nuestra vida, en la deseada vuelta a la normalidad, asumiendo la tarea de reactivarnos social y económicamente para construir, a pesar de las dificultades, una sociedad mejor para todos.

Y es que la salida del COVID-19 implica grandes dosis de responsabilidad personal y compromiso social, como hemos aprendido en estos meses. Y, desde el punto de vista empresarial, debemos regresar también a la mayor brevedad posible a nuestra propia normalidad, no sólo para reactivar la economía, sino para avanzar y ser más competitivos en un entorno que es global, y que exige estar a la vanguardia de la innovación y el servicio al cliente.

Conscientes de todo ello, desde la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), vivimos 2020 y su acontecimiento más destacado, la llegada de la pandemia sanitaria, como un gran reto. Un desafío para estar más presentes si cabe en la defensa de los intereses empresariales. Para acompañar a las empresas en una crisis que no es estructural, sino sobrevenida, y en la que han abundado las incertidumbres. Hemos intensificado para ello nuestra acción de interlocución con administraciones y de asesoramiento, potenciando también nuestras vías de comunicación con los asociados y la digitalización en nuestros servicios.

En Málaga contamos con sectores sólidos y pujantes, que sustentan una economía muy dinámica, pero todos ellos necesitan ser apoyados, y desde las organizaciones empresariales hemos de ser su voz. Es el caso de la industria turística, pilar del empleo en nuestra provincia, que está haciendo grandes esfuerzos por mantener la actividad, garantizando además la seguridad y la excelencia en el servicio. Otro tanto podemos decir del comercio, la construcción, las nuevas tecnologías o la logística, sin olvidar el papel indispensable del sector agroalimentario, o de los servicios sociales, educativos y sanitarios desde el ámbito privado, que tanto vienen aportando a nuestra sociedad y nuestra economía.

Para que sus esfuerzos den el necesario fruto, es imperativo promover la actividad económica y empresarial: reduciendo cargas fiscales y burocráticas, potenciando el acceso a crédito bancario y extrabancario, favoreciendo la inversión y tomando medidas de carácter transversal, orientadas al fortalecimiento de la industria, la digitalización, la innovación, la internacionalización y la consolidación del teletrabajo. Todo ello, ahondando en el impulso de la colaboración público-privada, que tan buenos frutos ha dado hasta la fecha en nuestro territorio.

Pero debemos mencionar también otro tipo de medidas a reclamar que, aunque son de corte general, impactan sobre el tejido productivo: por ejemplo, es necesario incrementar y mantener la inversión pública, como es el caso de las infraestructuras de las comunicaciones o las hidrológicas, que tanto necesitamos, o promocionar la imagen de nuestro territorio en el exterior como lugar propicio para invertir.

Y es aquí donde el papel de CEM se ha mostrado, ahora más que nunca, fundamental. Porque, con el concurso de todas las empresas y asociaciones integradas, somos hoy una organización fuerte y comprometida, esencial para la interlocución con las administraciones y firme en sus planteamientos. Una organización para el futuro de Málaga y sus empresas.