Javier González de Lara y Sarria
Presidente
Impulsar la recuperación a través de las empresas
Vivimos en un mundo interconectado, en el que nuestra pervivencia depende de la capacidad de elevar la mirada, ser proactivos y generadores de compromisos y soluciones más allá de lo inmediato. Atravesamos una etapa marcada aún por la pandemia sanitaria del Covid, en la que nuestras empresas han debido intensificar sus esfuerzos para pervivir y mantener el empleo, que se presenta favorable respecto a muchos parámetros, pero en la que cuestiones como la elevada inflación, los precios de la energía, los combustibles y las materias primas, todo ello agravado por la guerra de Ucrania, generan importantes incertidumbres.
Lo cierto es que, para promover la productividad y la competitividad que necesita nuestro territorio, la mejor receta sigue siendo el impulso de la actividad productiva: elaborando planes de apoyo específicos para los sectores más necesitados, reduciendo cargas fiscales y burocráticas, implementando acciones sobre los mencionados incrementos de los precios de combustibles, energía y materias primas, facilitando el crédito y la inversión y tomando medidas de carácter transversal, orientadas a la transformación digital de las empresas y al fortalecimiento de la industria. Todo ello, en un marco de consenso y Diálogo Social.
Junto a éstas, debemos señalar también otras iniciativas que, aunque de corte general, impactan sobre las empresas malagueñas: por ejemplo, incrementar y mantener la inversión pública, como es el caso de las infraestructuras de las comunicaciones o las hidrológicas, o promocionar la imagen de nuestro territorio en el exterior como lugar propicio para invertir.
Resulta esencial, en este sentido, mencionar el papel clave que deben tener en el medio plazo los Fondos Next Generation de la Unión Europea, que vienen a resaltar la importancia de la planificación estratégica, así como de la colaboración público-privada para el futuro.
No olvidemos, por último, la importancia de confluir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Son muchos los casos de solidaridad y compromiso que protagoniza nuestro tejido productivo, y esta conducta debe ser reconocida y visible como seña de identidad de estas empresas, que apuestan cada día por un crecimiento más sostenible, inclusivo e integrador.
Sólo desde esta visión amplia y de conjunto, que les aporte el apoyo que precisan, podrán nuestras empresas hacer frente a los desafíos presentes y venideros, algunos de ellos también de orden interno, como adaptarse a la digitalización, modernizar procesos, abrirse a nuevos mercados, generar productos y servicios innovadores,…
Y es aquí donde el papel de CEM se revela, nuevamente, esencial. Porque, a pesar de las dificultades, con el concurso de todas las empresas y asociaciones integradas, somos una organización esencial para la interlocución con las administraciones, fuerte y comprometida, y firme en sus planteamientos. Una organización que continúa impulsando Málaga, con sus empresas.
Javier González de Lara y Sarria
Presidente