Javier González de Lara y Sarria
Presidente
Empresas fuertes que contribuyen al progreso
La incertidumbre es ya uno de los signos más característicos de nuestro tiempo. La elevada inflación, el coste de la energía y de las materias primas, además de ciertas rigideces en el acceso al crédito dificultan nuestro día a día. Sin olvidar la injusta y cruel invasión de Ucrania.
Por otra parte, los avances tecnológicos y humanos que vemos casi a diario, la exploración de nuevas fronteras físicas y de conocimiento y las vicisitudes que no podemos prever, y que afectan de manera transversal a todos los actores de este mundo interconectado, son elementos que definen y determinan nuestra realidad.
De hecho, 2022, que se preveía como el año de la recuperación, trajo consigo otra serie de eventos inesperados, por todos conocidos, que amplifican los retos a los que como sociedad nos enfrentamos.
Y en este contexto, las empresas necesitan, sin duda, una gran capacidad de adaptación para pervivir y ser competitivas, pero también un entorno de referencia adecuado en lo político, lo económico y lo social. Precisan de un marco apropiado en el que desarrollarse, un ámbito normativo que genere confianza, que favorezca la inversión e incentive el consumo de familias y empresas, que impulse un mercado de trabajo dinámico y, en definitiva, que conlleve beneficios para toda la sociedad.
En este sentido, debo recordar que desde las organizaciones empresariales llevamos a cabo una continua labor de interlocución con las instancias responsables, si cabe más intensa en tiempos de cambio y regeneración como los actuales. De este trabajo surgen en 2022 logros como la celebración del primer Día de la Empresa el 28 de Octubre, o la intensa negociación del reciente Pacto social y económico por el impulso de Andalucía suscrito por la Junta de Andalucía con CEA y los sindicatos CCOO y UGT.
Apoyándonos en estas realidades, y en nuestras fortalezas, es el momento de dar un salto hacia delante, conscientes de que Málaga necesita aún más empresas para continuar avanzando y consolidar su pujanza económica. Porque, a pesar de que la provincia ostenta desde hace decenios el primer puesto en creación de empresas en Andalucía, aún necesitamos del nacimiento y el afianzamiento de nuevos proyectos que sirvan como pilares para crecer.
Pero, además de aumentar en número, debemos tener presente que nuestro tejido empresarial está atomizado, y precisa aumentar su dimensión para fortalecerse. Es decir, que necesitamos más empresas, pero también es fundamental dar más tamaño a las existentes. Porque posibilitar su consolidación y su crecimiento resultan esenciales para contribuir al desarrollo y a la generación y el mantenimiento de puestos de trabajo, pero también para acometer desafíos transversales propios de este tiempo, como son la sostenibilidad, el impulso del empleo juvenil o la transformación tecnológica, entre otros.
En definitiva, nuestras empresas se enfrentan a retos que hace tan sólo unos años eran impensables, y que muchas deben conjugar con el de la propia supervivencia. Una tarea que apoyamos desde CEM, orgullosos de acompañar a los empresarios malagueños en la búsqueda de estos nuevos caminos que plantea el futuro, siempre con la confianza puesta en nuestros empresarios, en su enorme capacidad de trabajo y en las posibilidades de Málaga.
Javier González de Lara y Sarria
Presidente