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Un decisivo 2019

Enero es mes de propósitos por excelencia. Inicio de un nuevo ciclo según nuestro calendario. Mes en el que se ponen en marcha las estrategias para el año en curso -o se continúan las ya activas- y la gran mayoría de ellas, bajo el principio clásico platónico de que los inicios son “la parte más importante de la obra”.

Sin embargo, tan relevantes son los comienzos como los finales. De nada vale un “arranque fulgurante”, puro lenguaje de contexto deportivo, si va decayendo la intensidad del esfuerzo o, en este caso, del propósito y finalmente se acaba llegando a la meta de forma desordenada, de cualquier manera, e incluso no se acaba la prueba.

Sirvan las metáforas para ilustrar el ejercicio en el que ya estamos, marcado sin duda por los procesos electorales, que van a concitar la atención y el interés de los actores públicos mientras la economía y las empresas tienen ante sí otro tipo de año, supeditado en muchas ocasiones a los signos del mercado, la libre competencia, así como al devenir institucional y su estabilidad.

Un año electoral

La fecha más destacada es, en principio, el 26 de mayo próximo. Ese día, coinciden las elecciones municipales, las elecciones de 13 comunidades autónomas -las denominadas “no históricas”- y las europeas. Tres citas electorales para una misma jornada que se encuentra en el centro del calendario anual y que condiciona antes y después el propio ejercicio.

Hasta entonces, la noticia más importante para Andalucía es la formación del nuevo Gobierno, que debe estar en marcha cuando este ejemplar esté en sus manos, y del nuevo presupuesto. Para los empresarios andaluces, como para el conjunto de la sociedad andaluza, es fundamental conocer la estrategia política de la administración en general y la estrategia de política económica en particular. En ambas, hemos situado desde CEA a la Empresa como motor del desarrollo social de nuestra Comunidad.

Cambio cultural

Lo hemos hecho con el informe del mismo nombre que presentamos a las formaciones que concurrieron a las pasadas elecciones del dos de diciembre. Porque entendemos que representa el “cambio cultural” que necesita Andalucía en cuanto a sus empresas y empresarios mediante el reconocimiento del valor social que tienen, en cuanto a la necesidad de ampliar extraordinariamente su número y su dimensión y en cuanto a mejorar de forma continua sus capacidades de innovación y posicionamiento global.

Se trata, por tanto, de recordar que la sociedad, a través de sus empresas, está en marcha a diario y que sus tiempos son muy distintos a los de las administraciones. Un hecho que no puede enunciarse solo a beneficio de inventario, sino que debería entenderse en toda su dimensión para revertirlo. Comenzando por la rapidez y agilidad en la conformación de los nuevos gobiernos municipales -mirando hacia ese “superdomingo” de mayo- y la coordinación con el nuevo gobierno andaluz.

Dos velocidades

Comprendemos por supuesto que los procesos tienen sus tiempos. Pero, se trata de que también se entienda desde los poderes institucionales y administrativos y desde los mismos partidos políticos a la hora de sus negociaciones, que el día a día no se detiene y que en un mundo en el que la velocidad exponencial de los acontecimientos se acelera cada día más, el mal empleo de los tiempos es una pérdida contrastable de oportunidad.

El dinamismo global, con sus altibajos, no se detiene. Aún menos, inmersos en la transformación tecnológica y los modelos que cada zona geográfica impulsa: desde Asia a Estados Unidos, pasando por Europa, los retos son muy similares. Sólo se diferencian en la dimensión y las expectativas.

Previsiones 2019

Si miramos el año que acaba de concluir, veremos que el crecimiento ha ido reduciéndose -en Andalucía según las previsiones puede cerrarse en torno al 2,5 por ciento- y la creación de empleo ha ido manteniéndose con datos que muestran el esfuerzo de las empresas andaluzas por reducir la temporalidad en los sectores más estacionales.

De hecho, a finales de noviembre, en tasa interanual la contratación indefinida había crecido un 31,6 por ciento, en un mercado laboral que aglutina el 17 por ciento de la afiliación nacional, con algo más de tres millones de trabajadores.

Según el consenso de los analistas del panel de Funcas, la economía española crecerá un 2,2 por ciento este año. Según los análisis de Unicaja (Analistas Económicos), Loyola Outlook. y el Observatorio Económico de Andalucía, los tres referentes andaluces, la economía de la comunidad lo hará al 2,1 por ciento.

Y las protagonistas serán una vez más las empresas. Por ello, además de un buen inicio, contar con un gobierno y unos presupuestos, es imprescindible tener una estrategia general y específica bien definida; que se situé por encima de las próximas citas electorales -antes y después- y haga frente a los retos que tiene la sociedad andaluza, a través de sus empresarios, en el marco de la competitividad global.

Todo esto, alzando la mirada para llegar a la meta con soltura, a través de una estrategia de largo alcance.

Javier González de Lara y Sarria, Presidente de CEA.

Artículo publicado en la Agenda de la Empresa Nº 241.

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